Fuiste una casualidad.
En ese momento,
quién hubiera dicho que estaríamos unidos,
que seríamos el uno para el otro,
que escribirían nuestras plumas un libro,
que seríamos tuerca y tornillo.
Te soñé tantas veces que cuando te tuve en frente no te reconocí.
Pero desde entonces, reconozco que el tiempo pasó tan rápido que parece que te soñé.
Un sueño rápido que aún disfruto, un disfrute que aún sueño.
Parecen contradicciones...
A veces, somos luz y sombra.
Dos mundos diferentes, contradictorios, enfrentados...
Dos mundos alejados,
Dos mundos en contacto.
Se asemejan a contradicciones...
Somos noche y día.
Vivimos nuestros días siendo de noche.
Pasamos las noches como grandes días.
Noches y días se unían.
Lucen contradicciones...
sueños y realidad.
tu tan onírica y yo tan terrenal.
Los sueños existen por el cansancio del esfuerzo,
¿pero acaso alguien se esfuerza sin sueños?
Son contradicciones...
Sólo lo contradictorio, lo diferente,
tiene la habilidad de encajar y permanecer unido.
¿O acaso existiría la tuerca sin tornillo?
