Hoy os presento algo diferente. Nunca dejo el arte de las palabras, pero hoy dejo mi pluma para mostraros la pluma de la poesía de Orihuela. Comienzo con esta entrada una serie sobre poetas ilustres y una recapitulación sobre sus más memorables versos. Además os muestro el talento que hay por Internet y que por desgracia no siempre es apreciado. Os dejo unos versos sentidos de un auténtico poeta y una versión musical de gran maestría.
Así es, hoy vengo a hablaros sobre Miguel Hernández Gilabert, natural de Orihuela, Alicante. Nacido el 30 de Octubre de 1910. Aunque tradicionalmente se le encuadra en la generación del 36, M. Hernández estuvo más próximo a la generación anterior, siendo considerado por Dámaso Alonso como "genial epígono de la Generación del 27".
En esta primera entrega os presento "Antes del odio", un poema que Miguel Hernández escribió durante su periodo carcelario. Forma parte del poemario Cancionero y romancero de Ausencias. Este poema esta dedicado a su primer hijo, muerto prematuramente, y a su esposa y su segundo hijo. Él, lejos de su familia y encerrado en las tinieblas de la cárcel, carga sus poemas de un torrente de sentimientos de pena, dolor, sufrimiento, soledad, nostalgia…
Con este poema Hernández consigue que el lector viaje a través del torbellino de sentimientos que él mismo sufre, creando sensaciones contradictorias de alegría y tristeza. Comienza con unos versos pesimistas y melancólicos, y conforme el poema avanza ese sufrimiento se justifica por una causa, el amor (cada estrofa termina con las mismas palabras: “solo por amor”) que será el sentimiento que desencadena todos los demás.
ANTES DEL ODIO
"Beso soy, sombra con sombra.
Beso, dolor con dolor,
por haberme enamorado,
corazón sin corazón,
de las cosas, del aliento
sin sombra de la creación.
Sed con agua en la distancia,
pero sólo sed alrededor.
Corazón en una copa
donde me lo bebo yo
y no se lo bebe nadie,
nadie sabe su sabor.
Odio, vida: cuánto odio
sólo por amor!
No es posible acariciarte
con las manos que me dió
el fuego de más deseo,
el ansia de más ardor.
Varias alas, varios vuelos
abaten en ellas hoy
hierros que cercan las venas
y las muerden con rencor.
Por amor, vida, abatido,
pájaro sin remisión.
Sólo por amor odiado,
sólo por amor.
Amor, tu bóveda arriba,
y yo abajo siempre, amor,
sin otra luz que estas ansias,
sin otra iluminación.
Mírame aquí encadenado,
escupido, sin calor
a los pies de la tiniebla
más súbita, más feroz,
comiendo pan y cuchillo
como buen trabajador
y a veces cuchillo solo,
sólo por amor.
Todo lo que significa
golondrinas, ascensión,
claridad, anchura, aire,
decidido espacio, sol,
horizonte aleteante,
sepultado en un rincón.
Espesura, mar, desierto,
sangre, monte rodador,
libertades de mi alma
clamorosas de pasión,
desfilando por mi cuerpo,
donde no se quedan, no,
pero donde se despliegan,
sólo por amor.
Porque dentro de la triste
guirnalda del eslabón,
del sabor a carcelero
constante y a paredón,
y a precipicio en acecho,
alto, alegre, libre soy.
Alto, alegre, libre, libre
sólo por amor.
No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme, no.
Este mundo de cadenas
me es pequeño y exterior.
Quién encierra una sonrisa?
Quién amuralla una voz?
A lo lejor tú, más sola
que la muerte,
la una y yo.
A lo lejos tú, sintiendo
en tus brazos mi prisión,
en tus brazos donde late
la libertad de los dos.
Libre soy, siénteme libre.
Sólo por amor."
Beso, dolor con dolor,
por haberme enamorado,
corazón sin corazón,
de las cosas, del aliento
sin sombra de la creación.
Sed con agua en la distancia,
pero sólo sed alrededor.
Corazón en una copa
donde me lo bebo yo
y no se lo bebe nadie,
nadie sabe su sabor.
Odio, vida: cuánto odio
sólo por amor!
No es posible acariciarte
con las manos que me dió
el fuego de más deseo,
el ansia de más ardor.
Varias alas, varios vuelos
abaten en ellas hoy
hierros que cercan las venas
y las muerden con rencor.
Por amor, vida, abatido,
pájaro sin remisión.
Sólo por amor odiado,
sólo por amor.
Amor, tu bóveda arriba,
y yo abajo siempre, amor,
sin otra luz que estas ansias,
sin otra iluminación.
Mírame aquí encadenado,
escupido, sin calor
a los pies de la tiniebla
más súbita, más feroz,
comiendo pan y cuchillo
como buen trabajador
y a veces cuchillo solo,
sólo por amor.
Todo lo que significa
golondrinas, ascensión,
claridad, anchura, aire,
decidido espacio, sol,
horizonte aleteante,
sepultado en un rincón.
Espesura, mar, desierto,
sangre, monte rodador,
libertades de mi alma
clamorosas de pasión,
desfilando por mi cuerpo,
donde no se quedan, no,
pero donde se despliegan,
sólo por amor.
Porque dentro de la triste
guirnalda del eslabón,
del sabor a carcelero
constante y a paredón,
y a precipicio en acecho,
alto, alegre, libre soy.
Alto, alegre, libre, libre
sólo por amor.
No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme, no.
Este mundo de cadenas
me es pequeño y exterior.
Quién encierra una sonrisa?
Quién amuralla una voz?
A lo lejor tú, más sola
que la muerte,
la una y yo.
A lo lejos tú, sintiendo
en tus brazos mi prisión,
en tus brazos donde late
la libertad de los dos.
Libre soy, siénteme libre.
Sólo por amor."
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