La vida es una travesía entre calles y avenidas, un recorrido que al igual que en el viaje del fuerte Ulises lo importante no es la meta, la dulce y fría señora, sino el paraje que nos han permitido contemplar. Una travesía en la que podemos elegir si ser el solitario hombre de paseos sombríos o compartir nuestra aventura con otras almas desnudas, así es, me refiero a buscar un compañero de viaje.
Un compañero de risas y fatigas, un compañero dispuesto a recorrer los más variados comercios nocturnos con damas de distraída moral , al igual que cedernos su hombro en los momentos en los que el mar en el que navegamos es más profundo de lo esperado. Un compañero que le guste la mente y el alma. Un psicólogo de corazones rotos y un médico de corazones heridos. La ley física que mantenga una química inminente en los más perfectos de los cálculos matemáticos. La mano tendida que todo dolor cura. La voz cuya dulce melodía consigue estabilizar nuestras mayores armonías mudas. El único compañero capaz de encontrar una sonrisa en los peores días de lluvia. Donde todos ven a un simple mortal, el ve una figura moldeada por las más perfectas manos, una escultura con su belleza y sus defectos, errores que él conoce y acepta, comparte como compañero y ayuda a pulir a golpe del más suave cincel. Un ave que nos muestra el alba en las noches oscuras. El calor del fuego en el invierno frío. La hora exacta en el reloj indicado dentro de ese momento preciso. El pañuelo que seca lágrimas mudas que solo ellos escuchan. El soplo de vitalidad que el viento trajo de nuestra infancia. Un compañero de viaje. Un amigo.
Y no son palabras mudas o una simple oda dirigida a la más abstracta amistad... Sino una oda a todos mi compañeros de viaje, el más humilde de todos los reconocimientos al trabajo realizado. Si soy lo que soy es por todo lo que ellos son y todo lo que me han dado. No soy más que un simple hilo de alambre sobre el que mis amigos han construido toda una infraestructura. Por todo aquel compañero que una vez que llegó nunca se marchó. Amistades del pasado, del presente y las que quedan. Por todos ellos estos versos dedico:
"Amigo es aquel buen capitán
que nos ayuda a manejar el timón de la vida,
nos acompaña en esta nuestra travesía,
nos ayuda en las tormentas frías
y que el barco navegue a la deriva evita ."
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