domingo, 24 de abril de 2016

Sharif

 

 Ayer tuve el placer de volverte a ver. De poder cantar tus canciones y sentir esas emociones, que solo en un concierto puedes sentir. Acompañado de Oscar, el magnífico hombre orquesta, y el gran Morgan, una voz tan brillante como las estrellas. En un pequeño papel te dejé un poco de lo mucho que te agradezco, porque por tí la poesía y la música son mi nuevo Credo. Aunque no pudiese hacerme una foto contigo quiero que sepas que te protejo del olvido, que te guardo donde hace su trabajo el engranaje. Por favor nunca dejes de repartir arte y acepta estos humildes versos...



"Si me queréis curar 
no llaméis a un médico.
Llamad a un desdichado,
de la vida traicionado,
deseoso de deseo
y del dolor vacunado.

si me queréis educar 
alejad de mí a maestros.
Llamad a un alma gris,
un corazón cansado de latir.
Buscad unos zapatos sucios
que muestren el camino a seguir.

Si me queréis adoctrinar
ahuyentad de mí las sotanas.
No busco a quien resucitó de la muerte,
sino al que a la vida muere.
Al suicida que se deja la vida en las palabras,
para hacer de las palabras vida.

Si me queréis ver soñar
no llaméis a vendedores de promesas.
Traedme ojeras color malva
por rayos de  Luna tintadas,
sufriendo de sufrimiento
en el rostro tatuadas."




  

"Si queréis salvar un herido corazón
y un alma cansada de vivir,
llamad a un escritor,
dejadme escuchar a Sharif."


   Finalmente os dejo una pequeña capella con la que nuestro hombre presentó al gran Morgan. Disfruten familia.


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